Reforma completa realizada sobre una vivienda del año 1988. Los planteamientos iniciales fueron la adecuación de la distribución existente, cambio de imagen de la vivienda y atención especial al ahorro energético. Para la distribución de la vivienda se partió de la distribución existente respetando esta en parte, algunas piezas se mantuvieron en su estado original como los dormitorios y otras como la cocina, fueron reubicadas buscando una mejor relación con los espacios con los que interactúa y buscando una mejor conexión con el exterior.

La imagen interior de la vivienda cambio radicalmente, tanto por la nueva distribución como por la elección de los materiales, se buscaron formas más geométricas y rotundas, espacios más fluidos y continuos, en el exterior se muestra la estructura metálica e incluso se remarca con la elección del color elegido para su recubrimiento, los acabados de fachada son de piedra natural y chapa de acero lacada en color “silver”. En el interior se han elegido materiales cálidos, maderas y acabados lisos en las pinturas. La elección de las madera fue el iroko y en las paredes el color elegido ha sido el blanco en las paredes, reforzado por el gris de los techos y de los suelos.

El ahorro energético se ha confiado al sistema de aislamiento de la vivienda realizado con poliuretano proyectado en paredes y poliestireno extruído en techos y suelos. La elección de la carpintería exterior fue aluminio con rotura a puente térmico y acristalamientos dobles de baja emisividad.