Vivienda unifamiliar adosada de 100 m2 cada una sobre una parcela total de 400 m2 con una ocupación de 100 m2.
Se realiza una intervención sobre una vivienda existente dándole una imagen totalmente diferente a la original, se reorganizan los espacios interiores con una nueva distribución que mejora el espacio y obtiene un mayor aprovechamiento de la luz solar con aumento de iluminación y de aporte solar.
En el interior se utilizo yeso con acabado liso pintado en blanco y carpinterias interiores tambien en color blanco, con el fin de mejorar la luminosidad y la sensación de espaciosidad.
En el exterior la fachada se reorganizó ocultando el tejado a dos aguas, dando aspecto de una cubierta plana y se utilizaron carpintería de aluminio gris oscuro en contraste con el acabado en monocapa blanco y aplacado de piedra natural de piedra del cabezo con junta perdida.